domingo, 15 de febrero de 2009

Fear and Loathing in Truckee, CA

El circo comienza con la ex de Jordan haciendo su primera línea con la gorda jalona de la general store. Una lobita alternativa pone un álbum de percusión africana que compró en San Francisco. Baila con un filipino colado que se la quiere chifar. Yo estoy en el cuarto de Jordan gorreándole discos de Wu Tang Clan cuando alguien corta la música, ‘What the fuck is this shit, bitch!?’ la ex esta dura y quiere bajarse a la lobita, el filipino retrocede y se pierde para siempre. No sé que pasa, escucho la risa de la gorda jalona y luego un gringo que les regaña: han derramado algo sobre la alfombra. ‘Well fuck all of you’ y ¡zaz! La ex en el vano de la puerta. Ñoñaso, escondo el disco que estaba revisando tras mi espalda, pero ella no lo nota ‘Where’s Jordan?’ ‘ I don’t know, he might be in the bathroom’ pero el inglés se me revuelve un toque cuando tomo ‘What?’ ‘Bathroom’ ‘No, I’ve just been there’ Me encojo de hombros y me siento en la cama donde he desparramado los discos de Jordan. La ex no safa, se queda ahí parada mirándome un toque y luego se sienta a mi lado. Regaña, quiere que Jordan bote a la lobita de su casa. Yo le respondo ‘yeah’ a todo. La coca la hace saltar de una cosa a otra, pero siempre vuelve a una canción de Bob Dylan que yo nunca he escuchado y que la enchucha un culo. ‘What do you study?’ ‘Sociology’ ‘Oh, my dog’s name is Che’ Me cago de risa ‘That is the best impression my career has ever made’.

La lobita ha puesto ‘All tomorrow’s parties’. Luego me enteré que había viajado a Perú hace dos años a tomar ayahuasca con un chamán que conoció por Internet. El chamán le metió un florazo sobre un viaje Iluminador a Cuzco. Parece que también se la tiraba. La dejó tripeando en un cuarto de hotel ficho sin un puto centavo. Quiso quedarse en Cusco vendiendo collarcitos, pero una mafia de artesanos rasta le comenzó a mandar amenazas y tuvo que llamar a sus viejos para que le mandaran plata. El chamán se compró un auto y consiguió un trabajo en AFP Integra.

Mientras le levanto el polo a su ex sobre sus discos me pregunto donde carajo podría estar Jordan. ‘Hey, you want some E, sea-bass?’ interrumpe la ex ‘Ehrm, sure’ Me jode que se haya jalado el polo sobre las tetas de nuevo solo para ofrecerme drogas. Espero que no tenga que bajarse de mí, que tenga el extasis en el bolsillo o que solo tenga que estirarse hacia el cajón de la mesa de noche. ´I’ll be right back’ Carajo…

Tengo una de esas erecciones rochosas, pero estoy un toque orgulloso de mi mismo. Fácil cuando cuente la historia voy a omitir que era la ex y que estaba en coca. Voy a decir que ella puso la música de la lobita alternativa, de hecho le voy a enyucar toda la alternatividad de la lobita. En la católica, las historias así corren mejor.

Su mamá trabaja en el mismo resort que Jordan y yo. Ella esta en recursos humanos y nosotros llevamos el equipaje de los huéspedes. Tiene una hermana de catorce y un padrastro de veintiséis. Es una pueblerina infeliz y desequilibrada con un culo de primos a los que les tiene ganas. Quiere ir al Carnaval de Rio y aprender a bailar. Sabe pedir cosas en español.

‘Hey Sebastian, you got any room in your… What you doing with my cd’s, man?’ ‘Sorry, man’ Arrimo los discos con buenas intenciones pero Jordan esta distraído buscando algo más ‘ Dude, I need to put some stuff in your back pack ok?’ ‘What stuff?’ ‘A bunch of papers man! Don’t be a bitch ok? I know you were boning my ex’ ‘I wasn’t.’ ‘Right. Bring this to work tomorrow ok?’ Son tres pliegues de papel con impresiones de caritas felices, Jordan esta en la sala puteando a la lobita por cambiar su música. La ex no viene y quiero ir al baño.

La policía de Truckee es una pandilla de republicanos protestantes con mala suerte en las apuestas, condenados a compartir el restaurante con la prole de las montañas. Desaparecen mexicanos como huevos en pascuas, se emborrachan y golpean a sus esposas.

‘Hey sea-bass, I want you to meet someone’ todavía estoy que me meo y la ex ha bloqueado la puerta con un negrote, su dealer ‘this is Mike, he is a pimp’ ambos se ríen. Me siento culpable al denunciar el estereotipo, me repito que fácil es un tío interesante, que derepente llama a su mama todos los días y solo vende drogas para comprarle una prótesis a su hermanito. La ex se sienta a mi izquiera y apoya su cabeza en mi hombro ‘He’s been to Peru, we were just talking about your food…’ El dealer se sienta a mi derecha y apoya su mano en mi pierna ‘He’s gonna give us some E if you make some ocopa for him, either that or I have to give him a blowjob’ ‘Well, ehrm… I dont have a , a— ‘ ¿¡licuadora, licuadora, como carajo se dice licuadora!?

Todd pasó la navidad en Filadelfia con su familia. Durante la cena su hermano, un abogado progresista, le contó como el calentamiento global estaba arruinando la época de hibernación de los osos ‘ You’ve seen any angry bears, Todd?’ Todos rieron. Todd era el mayor de cinco hermanos y el único adicto al crack, por eso cuando visitaba tenía que lavar los platos y dormir en la sala. Había abandonado la vida de un pequeño burgués, por dientes podridos y su despreciable trabajo durante el turno de cementerio en un resort perdido de California. Cuando volvió al trabajo después de las fiestas le vimos diferente, no se demoró en explicarnos qué era lo que pasaba. Los osos no podían dormir. Morían de hambre, y la mayor oferta de las montañas era la carne humana. Por eso había adoptado un par de prácticas para protegernos a todos. Todos los sábados dejaba pescado envenenado en el Summit; y trataba de averiguar las peculiaridades de la menstruación de las empleadas en el hotel. La sangre del periodo, nos dijo, atraía a los osos. Resultaba difícil enterarse de estas cosas, ya que las chicas no se acercaban a él, pero Todd lo manejaba con paciencia.

‘You don’t want that E, do you Sebastian?’ Y dejó de apoyar su hombro ‘It’s always the same with you men…’ pero entonces la ex se calló. Afuera de la habitación sonaba alguna canción de Bob Dylan que nunca había escuchado. ‘Aww Jordan!’ Salió corriendo de la habitación y quedamos yo y el dealer solos. ‘He does this every time’ ‘What do you mean?’ ‘Jordan puts on this song to mark his territory. It’s like peeing on her really’ ‘I’m not getting any tonight right?’ ‘Nah. Do you still want that E though?’ ‘Ill pass’ Y antes de retirar su mano de mi pierna el dealer me mira a los ojos con seriedad empresarial ‘ Remember to bring all that acid on Monday’ ‘ That’s what’s in my backpack right? Acid’ ‘Yeah’ ‘Am I gonna get into trouble?’ ‘You are if you don’t bring them when you are told to’ ‘Why me?’ ‘Because me and Jordan are suspicious’ ‘You don’t even work in the resort’ ‘They suspect me all the same’ ‘Who are they?’ ‘If I tell you, they’ll suspect you too’ Asiente, luego se levanta y se va. De nuevo estoy solo con los discos de Wu Tang Clan.

Anita vivía en una casa con doce brasileñas, y ella era la más puta. Desde que llegó a este país había comenzado a sembrar una pequeña aunque notable papada. Pero nadie podía negar que a pesar de ello era una de las tías mas deseadas a lo largo de la Donner Pass Road. Tenía una manera única de mandonearnos y hacernos sentir niños de nuevo. Porque ningún juego te devuelve a la infancia como la dominación.

Así fue que una noche de febrero Anita estaba parada al otro lado del decrépito edificio de la góndola esperando que algún tío la llevase a su casa. Parecía que después de semanas iba a comenzar a nevar ‘My nipples sting’ pensó en portugués. Si cerraban la 40 estaría varada en el resort, durmiendo en el Rathskeller con todos los demás perdedores que no podían conseguir que los jalen a casa. La preocupación en su rostro podía ser leída como un reproche, tal como casi todas sus demás expresiones. Y habría un infierno por pagar para todos los que nos la queríamos chifar; un tsunami de drama si es que nadie—pero entonces Todd llegó con una camioneta robada para salvarla.

‘Dude, you have to go now’ Es Jordan, sonriente y agitado ‘I thought I was staying to sleep’ ‘Everyone has to go now’ ‘Okay, will you give me a ride then’ ‘Nah, Im boning my ex’ ‘I thought everyone had to leave’ ‘Right, pick up your shit, take as many cd’s as you want man, just remember to bring them back on Monday with the acid’ ‘Right’ Antes de que me empujara hasta la puerta pude ver a la ex programando el repeat track para esa maldita canción de Dylan. Y luego estuve en la calle, sin ninguna manera de regresar a mi apartamento.

La nieve comenzaba a caer y el pequeño pueblo de Truckee estaba desolado aquella madrugada desalentadora.

‘So Todd…’ Dijo Anita que no soportaba un segundo más de aquel gigante retardado tarareando The Greatful Dead. ‘I know Anita’ ‘You know what?’ ‘That you are in your period, of course’ ‘What do you mean?’ Anita solo entendía en la palabra ‘period’ lo que se refería a la puntuación. Ella solo pensaba en su chucha en portugués. ‘Your are attracting all the bears, Anita’ Dejó de desear cualquier explicación, el miedo le invadió con una sencillez mortal. Fue entonces que Todd, sin dejar de ver la carretera, desenfundo un inmenso cuchillo militar.

‘Hola amigo, súbete’ No había escuchado el sonido de la camioneta de Víctor, el cocinero mexicano ilegal, mientras me congelaba en el camino a casa. Me hicieron espacio en el asiento para niños del medio; Víctor conducía y su hermano miraba por la ventana, las casas rápidamente enterradas en nieve. ‘¿Que hacías a esta hora?’ ‘Estaba regresando a mi casa’ ‘¿Caminando?’ ‘Me sorprende tanto como a ti, tío. ¿A donde iban Uds. a esta hora? ’ Los hermanos se miran, una convicción alegre y descabellada les ilumina el rostro. ‘Nos volvemos a México amigo’ Me dice su hermano ‘Vamos a formar una banda’ A esta hora y con este frío logran sorprenderme; sonrío a pesar de mis dedos entumecidos ‘¿Una banda?’ ‘Se llama R.A.P’ dice Víctor ‘Por Ráscame Ahí Papi’ ‘O Ráscame Así Pedro’ Responde rápidamente el hermano, aun no han llegado a un acuerdo. ‘¿Como así se decidieron?’ ‘Siempre estuvimos decididos, amigo’ ‘Solo que teníamos que venir aquí a gringolandia’ ‘Para saber de seguro que no hay nada aquí en gringolandia’ Acepto la alegría que me convidan. Entonces escuchamos el grito. Y un carro se resbala fuera de control hacia nosotros.

La camioneta nos golpea por el lado izquierdo, la sangre de Víctor calienta mi rostro. Su hermano le llama con un susurro ronco. Estoy desparramado sobre su regazo, abro la puerta y gateo sobre él con tanta delicadeza como me es posible, pero sus gruñidos me acusan. Una vez afuera tomo mi mochila de la tolba, listo para dejarles. Voy a ir a mi departamento a hacerme un burrito y dormir hasta que la pesadilla se haya ido. Que cosas tan idiotas me han conmovido en los últimos meses y como las extraño ahora que estoy bañado en la sangre de mis amigos. Mientras me acomodo la mochila, escucho la voz de Todd.

‘Hey Sebastian, look at this’ Es un calzón ensangrentado ‘See? I was right!’ Cojea y sus ojos diminutos parecen más oscuros que nunca. ‘I got her man, we are safe’ Apretaba un cuchillo militar en la otra mano, afilado como su sonrisa maniaca. ‘Ayuda…’ El susurro del hermano de Victor había ido creciendo, pedía auxilio. ‘Stay there Todd’ dije, temí que le ofendiera, pero en cambio rió, se golpeó la frente con la plama de la mano, sin soltar el calzón ‘Anita really understanding, man’ ‘¡Ayuda!’ ‘I told her about the bears’ ‘¡Ayuda!’ ‘I told her about how finding her in the road was just a coincidence, I had taken Aaron’s truck, you know’ ‘¡AYUDA!’ Se voltea, sorprendido por primera vez por los gemidos. Corro.

Soy mucho más rápido. El se resbala y cae en varias ocasiones. No reconozco nada de lo que veo, grito y le escucho gritar detrás mío. Ambos compartimos el miedo por lo que pueda suceder. Es extraño como la mente de uno se vacía mientras escapa. Y como se llena poco a poco cuando es atrapado. Tuve un par de segundos hasta que el cuchillo atravesara mi pecho después de resbalar en un charco de nieve joven. Pensé en las tetas de la ex y en los ácidos de mi mochila. Pensé en R.A.P y cerré los ojos al rostro lloroso de Todd.

‘Sebastian’ y de nuevo ‘Sebastian’ Es de día. La habitación es de adobe y hace calor en México. ‘Sebastian, estas bien amigo’ ‘¿Y Todd?’ ‘Nos encargamos’ ‘Pero estaban…’ ‘Estamos trabajando en una canción que queremos que escuches’ ‘Pero el ácido…’ ‘La policía lo encontró con el cadáver del gringo y la brazica’ ‘Ahora somos fugitivos, amigo’ ‘Pero eso va bien con la banda’ ‘Escucha:

Ahora que soy libre
Y no llevo nada con calibre,
Me olvido del pasado
Ese es el regalo que el señor me ha dado.’
‘Soy un pandillero
Convertido en caballero
Y lo que realmente quiero
Es un poco de dinero.’
(VIS)

6 comentarios:

  1. que soy tu groupie

    narda

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  2. wanna make out, sea-bass?

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  3. http://www.boliviahoy.com/modules/news/images/2003/enero/Kiko.jpg

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  4. Puta brother... tu cuento ha tocado mi corazón pues he vivido en ese pueblo 6 meses de mi vida y no sé q tan inventados seran tus personajes pero yo sí he conocido gnt tan kemada como esa... y facil como tú.

    Tienes razón: La policía de Truckee es una pandilla de republicanos protestantes con mala suerte en las apuestas, condenados a compartir el restaurante con la prole de las montañas.

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